dissabte, 16 de setembre del 2023

Nada

 

Rota la luz, la noche entierra

                              los restos derrotados.

La oscuridad abraza la ciudad

               y el paso apresurado de los seres.

Al doblar una esquina,

veo la luz de una ventana

                           abierta a las estrellas

y un hombre que abandona

la vida en el asfalto.

Muerte, gritos, palomas que huyen a ninguna parte,

miradas compasivas

                         sobre la nada.

Hay un niño asustado

que mira con asombro,

                         un río de amapolas,

busca ese lugar donde quedarse siempre

el cálido refugio de la madre

            que abraza el espanto en su regazo.

Las sombras desnudan rocíos en los parques,

pálpitos de olvido que escuchan

            el silencio de las rosas.