Acércate,
come,
moja tu pan en el vinagre
para seguir buscando
una chispa inconsciente
que zarandee el pulso de las horas
y arrebate la mudez de los ojos,
hasta ser luciérnaga
en el sendero agonizante del aliento,
que no acaba nunca de lamer
el malecón extrañamente fiel a su palabra.
Poemario inédito: Rut o el viento de los cebadales (1984)