divendres, 24 d’abril del 2020

Petra



Del rosa quasi sang
al negre més intens
en els ulls del beduí
que ven dagues, figures, petits records
per després del viatge.
D’aquells éssers formosos
amb xilabes molts llargues
i somriures lleugers,
a aquest desert tan vell
tan real pas a pas.
Nabateus indòmits
guardadors de bellesa.
La cobdícia bombardejà
la terra en forma de legions
i Trajà va sumar
la sang quasi rosa
a l’imperi romà.
Mor el sol sobre Petra
igual que papallona
tocada per la mà
que l’estimà amb feresa
i va deixar als seus dits
tot el polsim del dia.

divendres, 17 d’abril del 2020

Poemas para una ausencia (IV)



IV

Nunca será posible jugar a desamarnos
si el amor es eterno entre los crisantemos.
Sobre el dormido musgo de mi vientre
pasarán primaveras insensibles.
Aprisiono tu imagen entre páginas blancas,
te asedio y me rebelo contra imposibles sueños
que levantan murallas de sombras sobre el día.
Te fuiste, antes de que gritara la fuerza de la vida
y muros de flores se alzaron contra el viento.
Al sur de mi garganta, tu luz,
obsesión que me niega sobre las caracolas,
brebajes azulados para morir de amor.
Está sola mi alma siempre fiel a tu ausencia.
No importa en qué momento,
ni importa si el destino trató
de trastocar desvelos aprendidos en vísperas de fuego;
no importa si me quemo,
si es antorcha mi esencia,
si ilumina tu imagen, más allá de la vida.

dijous, 9 d’abril del 2020

Poemas para una ausencia (III)


III

A todos nos quedan los recuerdos
gastándonos el tiempo
o doliéndonos el alma,
los más o los menos pensamos
que aquello lejano fue mejor,
¡oh, la distancia!, esa fiel compañera
abandonada, que embriaga los sentidos
de deseos, que duele entre los dedos de la nada
y despierta cansada de un viaje tan lejano
sin apenas dejar una mota de polvo en las sandalias.
El día, ese alto jardín de los agravios
que pasa sin gestar un solo sueño, espera.
Cuando llega la noche
y el silencio levante la luz de tu presencia,
volveré a tenerte arracimado entre mi sueño abierto
exprimiendo el jugo de mis ansias
en el cuenco vacío de mi cuerpo.
Volveré a recordar
-aunque el tamo del tiempo ciegue mis ojos-
para tornar mañana a esperar este infierno
de tu imposible imagen en mi alma.