dissabte, 6 de febrer del 2021

Azul

Querías, buscabas el límite,

era un juego de vida o muerte

por encima del fuego y el humo

sobre las cúpulas crucificadas,

más allá de los cuellos verdosos

donde anidan los signos

que vibran de impaciencia,

necesitabas esa levitación

que la carne amarraba

pudriendo la ansiedad

del ala sensitiva,

el vértigo del tiempo

escapando indomable

a la feliz promesa.

 

Deseabas fugarte

en la luz de un instante,

sin importarte apenas

el caudal de ternura

de los destinos tuyos.

 

Arriba el endiosado sino,

hipnotizaba

el sueño o la mentira,

sin asirse a los cientos

de manos encendidas,

y tú, sin luz, sin fin,

enfilabas la senda

descarnando un vacío

ignoto de presagios,

alucinando el último

hálito del cometa.

 

 

Del poemario inédito Solo Hombre (1983)

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