Atitlán, con fiebre de colores
y corazón de rosas,
va desnudando aromas
de colibrí y quetzal.
Al borde de las aguas
un pueblo de chabolas
y niñas, muchas niñas,
mayas puras,
visten de arco iris
su piel solar, cobre y luz,
de ellas
una diosa dejó su cabellera
al viento que abrazaba
los volcanes cercanos.
Aura Marina, mirada verde jade,
ofreciendo sus telas
del telar de cintura.
Antología Poemas. OmniaBooks. 2022.
Homenatge a una nena maya guatemalteca....
ResponEliminaMoltes gràcies!!!!!
EliminaBonic!
ResponEliminaMoltes gràcies, Tània!!!!!
Elimina¡Felicidades, guapísima!
ResponElimina¡Muchas gracias, guapísimo!
Elimina¡Felicidades!
ResponElimina¡Muchas gracias, Daniel!
EliminaEnhorabona!!!
ResponEliminaMoltes gràcies, terrassistes!!!!!
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