Su medida de hombre
es hoy
aquel viejo sillón de flores desvaídas
comidas por el sol
mientras lee la prensa.
Certero, racional y polémico,
ha bajado la guardia,
ha huido de la blanca
pantalla de la vida
donde fue actor
de película única.
Desde lejos le miran
los pecados de siempre
desde que el mundo es mundo,
pero él
busca arriba
la huella de las nubes,
sus manos de algodón
cerrando la roja brecha de la tarde.
Ya no le importa ahora
que la memoria rompa
con una precisión de cancerbero
la piel de las derrotas,
ni que se acorte el tiempo
y crezcan los silencios
como un labio
de risa interminable.
Acepta sosegado
ese polvo de estrellas fenecido
que nos trae y nos lleva
desde el principio al fin,
y le duele saber
que en su partida
nadie habrá en la ventana
para un último adiós.
Antología Poemas, OmniaBooks, 2022.
Pensaments...
ResponEliminaMoltes gràcies!!!!!
EliminaMaco!
ResponEliminaMoltes gràcies, Tània!!!!!
Elimina¡Felicidades, guapísima!
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ResponEliminaMoltes gràcies, Alícia!!!!!
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