dimarts, 22 d’octubre del 2019

A corazón hambriento



Hay algo de deriva
en ese laberinto callejero,
en ese vuelo corto de palomas
posándose en el gris.
Es como si la tarde
navegara su luz desbrujulada
sobre un mar de serpientes silenciosas.
Las bocas de la city bostezan
sus cifras disfrazadas
y una mano cansada
desnuda las aceras
muriéndose a corazón hambriento.
El dolor vestido de muleta y espada
golpea la ciudad, de tarde y a las cinco,
y no hay orilla donde amansar la furia
que el naufragio dejó sobre el asfalto.

4 comentaris: