New York, cielo de diciembre
bajo la lluvia mansa.
buscaba los ojos de Audrey
en la Fifth Avenue
y un oscuro silencio
apagó la luz de un diamante.
Las palomas no llevaban paraguas.
Un negro inerme y abatido
murmuraba canciones
clausurando la vida.
Sobre el puente de Brooklyn
un rostro deseado,
palabras, besos,
soledad maquillada,
corbatas de diseño
con bostezo de cifras,
nubes que informan,
balances que desuellan
la piel única del hombre líquido,
mientras la lluvia
con su mansa ternura
alivia el dolor de la ciudad herida.
¡Bonito!
ResponElimina¡Felicidades!
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