La muchacha que amuebla
su pequeño pisito
mira despacio
objetos,
cosas que llenarán
el vacío reciente
de nueva libertad.
Es toda joven,
con pincelada triste
en la mirada.
Abandonó el refugio
en el último tronco
a la deriva,
y hay momentos
en que el nuevo remanso
le crucifica el alma.
Busca en todo a cien
una forma, un color,
unas manos lejanas
- made in China o Corea -
que van llenando el cesto
de vieja esclavitud.
Salva así, la muchacha,
su justo presupuesto,
su pasar azul
de tarde ciudadana
donde todo se vende,
tristemente,
con la mejor sonrisa.
Antología Poemas. OmniaBooks, 2022.
De rabiosa actualitat....
ResponEliminaMoltes gràcies, Víctor!!!!!
EliminaMaco!
ResponEliminaMoltes gràcies, Tània!!!!!
Elimina¡Felicidades, guapísima!
ResponElimina¡Muchas gracias, guapísimo!
EliminaColpidor!
ResponEliminaMoltes gràcies, terrassistes!!!!!
Elimina¡Interesante!
ResponElimina¡Muchas gracias!
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