Me inspiraron este poema, escrito en 1978, las niñas y los niños paralíticos a los que cuidábamos en el Centro de Rehabilitación de Terrassa. El cariño y el amor que les dábamos era sentimiento puro.
He mirado tus ojos
abrirse a las mañanas,
llenarse de colores,
henchirse de nostalgias.
He oído tu risa
romperse en las paredes,
salir fuera del tiempo,
sonar a cascabeles.
He cogido tus manos
como apretada cuna,
sintiendo en desamparo
deseo de venturas.
He deseado ser
en tus piernas las olas,
para poder correr
buscando caracolas.
He deseado ser
en tus piernas cometas,
para poder coger
corriendo las estrellas.
He deseado ser
en tus piernas espuma,
para poder romper
tan penosa andadura.
María Teresa Gascón Frago, Revista Magisterio Español, 17-9-1978
Que bonic!!! Felicitats!!!
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