Sólo volver a verte
sin la nieve que cubre
tu desnudez tan blanca,
sería como un canto
amando lo imposible.
Ya no puedo
hacer de este vacío
un sueño de columnas
disparando hacia el zénit,
ni tener en la retina el loto
de tus quietos jardines,
ni el color de las rosas
que el frío consumió,
ni el temblor de las hojas
del bambú y la sabina
que una mano de viento
acunó dulcemente.
Pretendo solamente
llenar de azul y oro
esta ausencia que hiere
de infinita belleza
el hueco de una lágrima.
Pekin ( noviembre de 2009 )
Poemari Poemas. OmniaBooks, 2022.
Mágia oriental...
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ResponEliminaMoltes gràcies, Alícia!!!!!
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