Sin piedad
baja el termómetro del invierno.
La ciudad regala al cielo
el negro augurio de los calefactores.
En la calle ese desconocido
pasea la desnudez del torso
en otro tiempo hermoso.
La gente mira el rostro enrojecido
por el alcohol y el frío.
Es uno de nosotros.
Lo vació la vida
de todo aquel amor
que él le fue entregando,
y sigue su camino.
No hay cuerpo que le acoja,
solo las frías manos de una tarde
que puede ser la última.
Antología Poemas. OmniaBooks, 2022.
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ResponEliminaMoltes gràcies!!!!!
EliminaBonic!
ResponEliminaMoltes gràcies, Tània!!!!!
Elimina¡Felicidades, guapísima!
ResponElimina¡Muchas gracias, guapísimo!
Elimina¡Enhorabuena!
ResponElimina¡Muchas gracias!
EliminaMaco!
ResponEliminaMoltes gràcies, Alícia!!!!!
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