En el Día Internacional de la Pobreza
Hay una especie de dignidad
prescrita sólo a pobres,
roza el borde del párpado
sin derramarse,
y hace los ojos más bellos,
es su primera parada
antes de regresar por la garganta
hecha un ovillo
al centro del pecho
donde deshace lentamente
ese enredo dolido y silencioso.
Los pobres se calientan juntos
apretando los puños
para guardar calor,
cerrando boca, ojos y oídos
a promesas muertas.
Sueñan, eso sí, otras pasiones
otras vidas, desde sus agujeros
despiertan
y visten sus rayos de sol desvencijado
y se van con sus deseos,
con sus dolores de siempre
tristemente
entre neblinas de ciudad.
Del poemario "Nacidos para el olvido" (1991)
Genial!
ResponElimina