El día tiene color de foto antigua,
sabor a oro viejo y rumor de azúcar.
En el Parque Central
por el balcón de lo que fue
una mansión bellísima,
una negra y sus niños
escurren ropa sobre la acera.
En una entrada,
y a modo de saludo,
un balancín retorna
al punto de partida.
Los sueños deambulan en los rostros,
las promesas no sacian el brillo irredento
de la última ola contra un malecón adormecido.
Quizá una voz, desgranando un bolero,
soporte con pasión
el furor verde
de un pueblo que anochece.
Publicado en el " IV Cuaderno Profesores Poetas " Segovia, mayo 2008.
Nostalgia!!!
ResponElimina¡Muchas gracias, Víctor!
Elimina¡Bonito!
ResponElimina¡Muchas gracias, Martina!
Elimina¡Felicidades, guapísima!
ResponElimina¡Muchas gracias, guapísimo!
Elimina¡Felicidades!
ResponElimina¡Muchas gracias, Daniel!
EliminaEnhorabona!!!
ResponEliminaMoltes gràcies, Enriqueta!!!!!
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