Los hombres que te miran
son uno con el polvo
que te creó y creyó
en un sueño infinito,
son uno con tu hambre
de maíz y progreso,
de tez solar y risas de mazorca,
de canciones que lloran, odian y aman
en este paraíso que asciende
de la luz a la luz,
del ojo mineral al cielo mineral,
que es tu piel, cobre ardiente,
mano que nos desviste
para ser sólo hombres
que pasan y se alzan
en tu tiempo más puro.
Publicado en "Octavo Cuaderno Profesores Poetas". Segovia 2012.
Perfecta descripción de un sueño vivido.....
ResponElimina¡Muchas gracias, Víctor!
EliminaMaco!!!
ResponEliminaMoltes gràcies, Tània!!!!!
Elimina¡Felicidades, guapísima!
ResponElimina¡Muchas gracias, guapísimo!
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