Cuando amo estoy sola, amor sin nadie,
cuerpo iluminado, acaso alma.
Amamos con la sangre finísima del tacto
-diez cuerdas música que enfurecen o amansan la lluvia germinal del paraíso-.
Amamos y nos hiere el presente que huye sin ser nunca mañana.
Amamos y nos duele el amor derramado,
el fruto silencioso que cae dulcemente
en nuestro hueco inmenso para alejarse luego
en la ignota autopista de la vida.
Amor sin nadie.
Amamos y tememos nombrar a la tristeza,
acariciar su rostro con las manos del miedo
que saben de promesas, abandonos y encuentros.
Amamos y perdemos una vez y otra vez,
lo dice aquel retrato
-bella estrella fugaz prisionera en un álbum-
la crema anti-wrinkle, la piel nostálgica.
Amamos, Dios, un misterio encendido,
la porción de ti mismo, la vida, surco abierto,
cuerpo iluminado, acaso alma.
Publicado en el "XIV Cuaderno de Profesores Poetas". Segovia 2018.
Sensibilitat a flor de pell !!!!
ResponEliminaMoltes gràcies, Víctor!!!!!
Elimina¡Felicidades!
ResponElimina¡Muchas gracias, Daniel!
Elimina¡Felicidades, guapísima!
ResponElimina¡Muchas gracias, guapísimo!
EliminaFelicitats!!!
ResponEliminaMoltes gràcies, Angie!!!!!
EliminaMaco!
ResponEliminaMoltes gràcies, Tània!!!!!
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