dissabte, 19 d’octubre del 2024

La espera en la epidermis

 Desde esta extraña condición de hombre

yo me pregunto si es real

este tiempo que avanza y nos destruye

mientras miramos

                            cómo nacen salvajes las orquídeas

o cálidos y ensangrentados potrillos y lobeznos

marcan su territorio.

Miramos fuera de nosotros

tratando de entender el amor que nos hiere,

ese amor que rompe

                             la guarida de los besos

y desboca el ancestral sentido de la carne,

ese amor que resuena en callejas sin luz,

botellones nocturnos y cines semioscuros.

Miramos para sabernos vivos,

vivos aún y ahora

                             mientras alguien tatúa

la espera en la epidermis;

lo sabe bien el muchacho que arde

con la luz perversa de sus mejores años,

la jovencita que trata,

                             en la maraña de sus delirios,

regalar unos labios que estrenan carmín rosa

y alguien más que pregunta

de qué sirve el saber.

Todo se pierde "por la ventana abierta de cada corazón".

Gota a gota la palabra cae

como la sangre y su final de olvido.

Buscamos certezas

                                 en el largo camino de la espera.

¿ Se equivoca nuestro esqueleto intacto,

se equivoca la madre abandonada

que golpea con furia el vacío en su vientre

y el que bosteza cifras

                                  que desuellan balances

de hombres líquidos

y el que logró escalar con su lengua magnética

el  status más alto y se sabe canalla resistente,

se equivocan "mi verdad,tu verdad

y el silencio de Dios "?

Alienta el día,

                       vuelve impasible la luz sobre las cosas,

el momento nos da

                        su procaz perversión feliz o desdichada

y en el desván del tiempo

poco a poco se engullen los futuros,

efímera la vida trocea sus límites de libertad y miedo.

No nos basta el azul de ese mar violento

que lamió nuestro cuerpo moribundo de luz,

no nos basta el tacto de amapola de ese milagro

demasiado monótono del que se abre a la vida,

no nos basta la mansa ternura de la lluvia

aliviando el dolor de la ciudad herida.

Deseamos ser salvados,burlar el tiempo,

que esta luz misteriosa abrace sin demora deteniendo

nuestro instante feliz,mientras afuera,

siempre afuera,las estrellas se queman.


Poemari POEMES. OmniaBooks,2022.

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